Malavita, la familia cabreada.

Dirigida por Luc Besson y protagonizada por Robert de Niro, Michelle Pfeiffer, Tommy Lee Jones y Dianna Agron. Se nos cuenta la historia de una familia (de ahí su título original) que escapa de Estados Unidos a un pueblo de Normandia, protegidos a la vez por el FBI, debido a que traicionaron a familiares y mataron amigos, por lo que los persiguen para acabar con ellos.
Dicho así parece una película policiaca o de cine negro, que lo es, pero tiene también un toque de humor escondido. Con esto quiero decir que no nos encontramos ante una película de comedia que busca el humor tonto, sino que tiene una trama de acción acompañada de momentos o frases bien construidas para hacernos sacar una sonrisa.
Sin embargo, el guión puede estar un poco forzado en ocasiones, y es que su paradero desconocido es descubierto por un periódico francés que viaja hasta Estados Unidos con la casualidad de terminar envolviendo la botella de vino que los gangster neoyorquinos reciben. El papel de la hija es también bastante exagerado (no sé, intentar suicidarse por un rollo que ha salido mal...), pero el hijo pequeño, interpretado por John D´Leo, es todo lo contrario: un personaje currado con una historia currada que, a pesar de ser el menor de la familia, demuestra su lado más ilegal con maestría.
En la pantalla reina la oscuridad, como en cualquier buena película de cine negro, por lo que el contraste entre este aspecto y los pequeños toques de humor resultan aún más confortables.
La música no es lo principal de esta película, quizás se deja en un segundo plano, pero las ocasiones en las que nos deleita su presencia nos demuestra una acertada elección.
En definitiva, una buena mezcla en pantalla con un reparto bastante potente. No es un peliculón pero totalmente recomendable de ver.

NOTA: 7/10